Su día a día se desarrollaba en las actividades de las Misioneras de la Caridad. Fundada en Calcuta en 1950, esta congregación religiosa destinada a la ayuda de los más pobres, ha traspasado las fronteras de la India y cuenta actualmente con 500 centros repartidos en 133 países del mundo.
Además, atendía a miles de necesitados de diferentes orígenes y creencias religiosas, haciendo de la vocación de ayudar su verdadera fe:
"Nuestro criterio a la hora de ayudar", decía, "no son las creencias, sino la necesidad. Jamás permitimos que alguien se aleje de nosotros sin sentirse mejor y más feliz, pues hay en el mundo otra pobreza peor que la material: el desprecio que los marginados reciben de la sociedad, que es la más insoportable de las pobrezas".
Su figura de profeta y humanista fue apreciada no solo por la Iglesia católica, sino también por las instituciones laicas internacionales. El papa Juan Pablo II la designó mediadora en la Guerra del Líbano de 1982 con los israelíes.
Estas son algunas de las frases más famosas de la madre Teresa, de infinita sabiduría, que, sin duda, llegarán a los corazones no solo de los religiosos.
"Ama hasta que te duela. Si te duele es buena señal".
"No debemos permitir que alguien se aleje de nuestra presencia sin sentirse mejor y más feliz".
"La paz comienza con una sonrisa".
"La vida es un juego; participa en él. La vida es demasiado preciosa; no la destruyas".
"El hambre de amor es mucho más difícil de erradicar que el hambre de pan".
"Los niños son como las estrellas. Nunca hay demasiados".
"Sin nuestro sufrimiento, nuestra tarea no diferiría de la asistencia social".