"En un país tan pobre con un millón y medio de gente que está por debajo de la línea de pobreza manejar el país con un talante de patrón deja la percepción de que no le interesan los pobres y que él gobierna para los ricos", explicó Boccia.
Antes de asumir la presidencia, Cartes presentó como pilares de su Gobierno la disminución de la pobreza, la erradicación de la corrupción y atracción de inversiones extranjeras.
"El país planeado y prometido cuando él asumió, con alianzas público privadas, con inversores extranjeros, con grandes inversiones en obras de infraestructuras, sigue esperando", sostuvo el politólogo.
Campaña por la reelección
La encuesta afirma que el 60% de los paraguayos estaría de acuerdo con que se modifique la constitución para que pueda existir nuevamente la reelección, sin embargo el 80% no estaría dispuesta a votar a Cartes en 2018.
El segundo camino, y el más probable, es hacerlo mediante una enmienda, lo que significaría obtener dos tercios en diputados y en senadores, si se logra se va a plebiscito y si se obtiene mayoría simple se aprueba la modificación que se pretende incluir.
La aprobación de Lugo
"Lugo tiene un carisma muy raro: no es un gran orador ni un gran comunicador, es un tipo errático; quizás por haber sido obispo en un país tan católico, por caerle bien a los sectores rurales pobres y marginados, cuanto uno más se aleja de la ciudad y de la ruta asfaltada y se mete en lo rural, más apoyo tiene", explicó Boccia sobre éste fenómeno.
Horacio Cartes asumió la presidencia de Paraguay en agosto de 2013 y gobernará el país hasta 2018.