Los documentos del Departamento de Seguridad Nacional —DHS, por sus siglas en inglés— indican que los agentes desplegados en un centro de inmigración en la frontera del sur de México investigaron a más de 640 migrantes provenientes de países asiáticos y africanos detenidos desde octubre de 2015.
Asimismo, las pesquisas de los estadounidenses coinciden con la información proporcionada por las autoridades mexicanas que revela que 6.342 inmigrantes provenientes de las regiones de Asia, África y Oriente Próximo fueron detenidos tras intentar entrar ilegalmente en México en 2016.
El aumento de la preocupación de EEUU sobre la 'amenaza' que podrían suponer este tipo de migrantes, llegados a través de la peligrosa ruta del sur, se debe a la actividad de Daesh —grupo terrorista proscrito en Rusia y otros países— y al aumento del número de refugiados sirios que huye de la guerra civil que asola su país.
"La realdad es que la gran mayoría de las personas detectadas en México acabarán en nuestra frontera", afirmó un funcionario de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU, una unidad dependiente del DHS.
En el campo de detención de Tapachula, cerca de la frontera de México con Guatemala, los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU han empezado a entrenar a sus colegas mexicanos sobre varias técnicas de interrogatorio y el uso de bases de datos estadounidenses.
"El área de Tapachula se ubica a lo largo de una frontera permeable. El DHS la considera uno de los territorios desde donde podrían cruzar grupos terroristas con ganas de hacer daño a EEUU", comentó Adam Isacson, miembro de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos.
Panamá lidera los esfuerzos por detener a los migrantes ilegales, indican los responsables del DHS. No obstante, el país ve sus esfuerzos limitados por la falta de espacio para construir más centros de detención y la dificultad de deportar a los migrantes que provienen de los países con los cuales Panamá no mantiene relaciones diplomáticas. Por lo tanto, la mayoría de los detenidos son liberados 30 días después de ser detenidos.
"Mientras que muchos de los ciudadanos de estos países migran por razones económicas o debido a la persecución sufrida en sus países de origen, este flujo puede incluir a migrantes que son miembros de organizaciones terroristas extranjeras, agencias de inteligencia y mafias", ha detallado el subsecretario del DHS, Alan Breslin.