Según indica la nota de prensa en la página de la empresa, el proyecto lleva el nombre de C-Pilot y consiste en un sistema capaz de ser instalado en cualquier tipo de automóvil.
"Esperamos convertirnos en los principales productores de software y componentes para los vehículos autónomos en Rusia y salir al mercado mundial", aseguró la presidenta de Cognitive Technologies, Olga Uskova.
Según Uskova, la compañía tiene la intención de introducir el sistema en varias etapas. El C-Pilot ya sirve como advertencia pasiva para el conductor ante diferentes sucesos en la pista, como la salida inadvertida de la vía, reconocimiento de señales de tráfico, peligro de colisión, etc.
Hasta la fecha, Cognitive Technologies ya ha invertido 380 millones de rublos en este proyecto, 45 millones de los cuales fueron aportados por el Ministerio de Educación y Ciencia del país.
Para finales de 2014, el mercado mundial de sistemas de conducción autónoma alcanzó la suma de 500 millones de dólares, según datos de Lux Research. Los analistas estiman que este crecerá hasta los 10.000 millones de dólares para el 2020 y Cognitive Technologies planea ocupar el 3-5% del mercado mundial ya para esa fecha.
Los principales competidores en el mercado son Google y Mobileye, la compañía israelí que desarrolla un similar sistema para los vehículos Tesla. Gigantes de la industria automotriz como Audi, BMW y Ford también han apostado por desarrollar sus propios sistemas.