“Los representantes del centro griego de prevención de enfermedades contagiosas dijeron que hay que cerrar los campos de los refugiados”, aunque “de momento, la situación epidemiológica está bajo control, pero hay que crear unas condiciones adecuadas para la gente”, dijo el gerente de la oenegé.
“Los campos no tienes las condiciones adecuadas, ni una cantidad suficiente de agua y comida, la gente no puede recibir asistencia médica”, dijo.
Señaló que en esas condiciones no se puede excluir la aparición de enfermedades contagiosas.
Además, opina que el mejoramiento de las condiciones de vida de los refugiados “es un asunto del Estado” y no de Médicos Sin Fronteras que no reciben financiación pública.
Más de 58.000 refugiados resultaron bloqueados en Grecia después de que en febrero de 2016 se cerrara la ruta de los Balcanes, de momento el acuerdo firmado entre la UE y Turquía no permitió normalizar la situación.
Según los datos oficiales, actualmente en los centros griegos de migrantes y refugiados que tienen la capacidad de acoger a 7.500 personas, se encuentran 11.300.
Conforme al acuerdo que entró en vigor el 20 de marzo, la UE devolverá a Turquía todo inmigrante irregular que llegue a las costas griegas. Por cada persona devuelta, la UE deberá aceptar un refugiado sirio.
En septiembre de 2015, el Parlamento Europeo dio luz verde a la reubicación de otros 120.000 refugiados.
Europa se enfrenta a la mayor crisis migratoria desde la Segunda Guerra Mundial, provocada sobre todo por una serie de conflictos armados y problemas económicos en los países del Medio Oriente y África del Norte.