"Los Estados deben garantizar a nivel nacional el cumplimiento de los fines contractuales sobre el control de la distribución de las armas, así como cooperar para evitar la distorsión de los mismos", dijo citado por la web del Departamento Federal de la Economía.
El ATT, adoptado por la Asamblea General de la ONU en abril de 2013, establece normas a la hora de pactar acuerdos sobre diferentes tipos de armas convencionales, de armas pequeñas hasta buques de guerra.
En particular, el documento prohíbe la exportación de armas que pueden ser utilizadas para cometer actos terroristas, crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y genocidio.
De momento el acuerdo es firmado por 130 Estados y ratificado por 85.
Schneider-Ammann llamó a "universalizar" el Tratado "motivando a otros Estados a unirse al Acuerdo".