El director general de RKK Energiya, Vladímir Sólntsev, dijo al periódico que "el concepto del lanzador superpersado se basa en el motor ya existente, el RD-171".
De momento, según Sólntsev, no se prevé el uso del hidrógeno en la primera y segunda etapas del cohete.
En cuanto a la tercera etapa, los diseñadores planean utilizar la del cohete Angará, "una combinación que permite ahorrar tiempo y dinero".
"Estoy convencido de que con este esquema podremos crear el lanzador superpesado en un plazo récord, de cinco a siete años", dijo el jefe de RKK Energiya.
Por su parte, Alexandr Medvédev confirmó a Izvestia que Roscosmos está desarrollando un cohete superpesado a partir del RD-171.
En un principio, el cohete podría elevar a las órbitas bajas una carga útil de 80 toneladas, capacidad que más tarde aumentaría a 120 y hasta 160 toneladas gracias a la modernización del motor y los cambios en la composición del cohete.
Un lanzador basado en el RD-171 permitiría renunciar a otro proyecto de cohete superpesado, el Angará A5V, que usaría una mezcla de oxígeno e hidrógeno como combustible y cuya capacidad de carga estaría limitada a 30 toneladas.
A juicio de expertos, el uso del RD-171 es una decisión acertada.
"Nadie ha podido hasta ahora justificar en términos económicos la creación de un cohete superpesado, de manera que la intención de construirlo a partir de elementos disponibles es un paso en dirección correcta", comentó Andréi Ionin, miembro correspondiente de la Academia de Cosmonáutica de Rusia.