"Queremos acelerar el proceso, este hombre es el líder de la intentona golpista. Hay un acuerdo (en materia de extradición) entre los dos países", dijo en un encuentro con representantes de medios extranjeros en Estambul.
Anteriormente, Washington pidió a Ankara pruebas de la implicación de Gülen en la sublevación.
Turquía vive las consecuencias de un fallido golpe de estado militar que se saldó con 240 muertos y unos 2.200 heridos, según los datos oficiales.
Después de sofocar la rebelión, las autoridades dieron comienzo a grandes purgas para descubrir a los simpatizantes de Gülen.
En los días posteriores al golpe fueron detenidos o suspendidos en todo el país miles de militares, agentes, jueces, funcionarios públicos y docentes.
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Gülen rechaza de plano la acusación de que está detrás del amotinamiento y propone establecer una comisión internacional para investigar los acontecimientos del 15 de julio.