Al liberar a la ciudad de Manbij de los yihadistas, los kurdos sirios dieron un gran paso hacia su sueño de crear un Estado independiente basado en los valores occidentales. Algo que ha suscitado preocupaciones en Turquía.
Todo el mundo aplaude los avances de las Fuerzas Democráticas Sirias, siendo Ankara la única excepción. Según las autoridades turcas, las Unidades kurdas de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo) están vinculadas con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán —organización considerada terrorista por Ankara—.
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"Por supuesto, no nos sorprende nada que Ankara aspire poner esta ciudad bajo el control árabe, ya que mientras menos territorios controlen los kurdos, mejor será para Ankara. Eso siempre ha sido así", destaca Cahit Basar, secretario general de la comunidad kurda en Alemania, en una entrevista para Sputnik.
Sin embargo, el dirigente afirma que los kurdos en Siria tienen otros planes. Basar sostiene que su objetivo es tomar el control del territorio cerca de la frontera turca, desde Afrin, en el oeste, a través del río Éufrates, hasta la frontera iraní al este. De esta manera, con la liberación de Manjib, los kurdos se acercan a su sueño, estima Cahit Basar.
En este caso y según Basar, la región del Kurdistán Sirio —también conocido como Rojava— debe convertirse en una región autónoma o en un Estado completamente independiente.
Pero Ankara teme que si los kurdos toman bajo el control del territorio de Rojava, esto impulsará al Partido de los Trabajadores de Kurdistán turco hacia la autonomía.
"Si los acontecimientos en Turquía se desarrollan en un escenario antikurdo, un escenario hostil hacia las minorías, es sensato preguntarse si es posible una perspectiva de Estado común".
Por desgracia, los últimos acontecimientos en Turquía se han desarrollado en otra dirección. El secretario general de la comunidad kurda en Alemania traza un paralelo entre el fallido golpe de Estado en Turquía y los trágicos acontecimientos de la historia alemana después de 1933:
"Tengo miedo de que este fallido golpe de Estado sea el incendio del Reichstag para Turquía y que ahora lo utilicen para fortalecer definitivamente la autoridad del partido gobernante".
En total, 95.546 personas han sido detenidas, apartadas o despedidas por orden de Erdogan.