Las informaciones sobre la investigación abierta contra Deutsche Banki se hicieron públicas a fines de año pasado.
Tres exfuncionarios del banco, incluyendo al gerente de riesgos Eric Ben-Artzi y el comercial Matthew Simmons, presentaron independientemente uno del otro quejas a reguladores estadounidenses en 2010 y 2011, al informar que en medio de la crisis financiera el banco falseó la información de sus cuentas al calcular las operaciones complejas de créditos para evitar la quiebra.
SEC llevó a cabo las investigaciones y obligó a pagar al banco una multa de 55 millones de dólares.
Según Financial Times, SEC decidió pagar a los exfuncionarios la suma de 16,5 millones, a repartir.
Ben-Artzi desechó su parte de la recompensa a modo de protesta contra la falta de acción de la comisión que no castigó a los representantes del banco implicados en el fraude.
Según Ben-Artzi, en gran medida el sentimiento de impunidad de los directivos de Deutsche Bank se debe a que los principales juristas de la SEC anteriormente ocuparon altos puestos en este banco.
Tanto los representantes de la SEC como de Deutsche Bank se negaron a dar comentarios.