"Rusia sigue abierta para debatir cualesquiera problemas relacionados con la Convención", dijo en rueda de prensa.
La diplomática reveló que una representativa delegación rusa esperaba un debate enjundioso en la reunión del 11 de agosto celebrada en Minsk, en que se preveía esclarecer la interpretación de unas cláusulas de este documento firmado en 1982, pero la parte ucraniana se limitó a formular numerosas pretensiones solamente.
"Parecía que las preguntas no se hacían a la parte rusa para encontrar una solución de los problemas, si los hay, sino como pretexto para declarar que tocan a su fin 'las consultas anteprocesales con Rusia respecto a los derechos soberanos en aguas adyacentes a Crimea'", dijo Zajárova aclarando que las últimas palabras son una cita.
La parte rusa lo interpreta como la renuncia a un concienzudo intercambio de opiniones sobre el uso de la Convención sobre el Derecho del Mar y la falta de una auténtica disposición a debatir con Rusia los problemas pendientes, resumió.