De Pedro realizó estas pesquisas junto a la también analista en el Observatorio Eurasia Marta Ter.
El encargo del análisis fue financiado con 6.500 dólares y consistió en elaborar un mapa del debate sobre el conflicto ucraniano en España, en el que incluían una lista de usuarios de Twitter en la que se enumera a casi medio centenar de analistas y periodistas bajo el epígrafe "formadores de opinión prorrusa" y a otros bajo la etiqueta "analistas, proKiev y voces críticas".
"Cuando un usuario organiza una lista en Twitter está haciendo lo mismo que nosotros: así que no tiene nada que ver ni con listas negras, sino con identificar qué ideas y narrativas dominaban y cuáles eran las cuentas más influyentes", aseguró De Pedro en declaraciones a VICE News.
Ter aseguró en Twitter que el objetivo del trabajo era "poner orden en las diferentes posturas que se veían en las redes sociales y señalar expertos en otros campos que interactuaban con elementos del conflicto".
Después de la polémica publicación, Ter y De Pedro decidieron poner su cuenta de Twitter en modo privado.