"El incendio está fuera del control de los servicios, tanto de personal humano como logístico de cualquier gobierno local, se requieren las fuerzas combinadas de la región y la ayuda del país para combatir esta catástrofe", dijo Brown en un comunicado.
El gobernador indicó que los daños no son solo mediambientales y materiales, ya que varios bomberos se encuentran hospitalizados.
El viento que sopla fuertemente en la zona no favorece a la extinción del fuego y más de ocho comunidades fueron evacuadas por estar en peligro, informó a Spútnik Nóvosti la Oficina de Gobierno del Estado de California.
Las altas temperaturas y la sequía de los últimos cinco años complican también la labor de los 700 bomberos que trabajan en las labores de extinción.
A consecuencia del fuego, que se originó el martes al este de Los Ángeles, alrededor de 34.000 viviendas están en riesgo.


