Durante los 6 años que duró el proyecto (1960-1966), EEUU logró construir una base militar, conocida hoy en día como Camp Century, a donde fueron trasladados toda clase de elementos biológicos, químicos y radioactivos. Al descontinuar el proyecto, EEUU abandonó la base, junto a toda clase de residuos, creyendo que quedarían enterrados bajo una capa de hielo perpetua. Lastimosamente, el cambio global podría desenterrar este fatídico lugar, informa Artem Kosmarski, reportero de Lenta.ru.
Pero, ¿cuál es la historia detrás de este misterioso lugar, creado en plena Guerra Fría como una base militar y científica, y que hoy se encuentra abandonado a su suerte?
Lugar estratégico contra la URSS
El interés de EEUU por los hielos de Groenlandia, colonia danesa desde 1814, empieza en la Segunda Guerra Mundial, cuando el embajador del Gobierno de Dinamarca, ocupada entonces por la Alemania nazi, dio permiso a EEUU para usar la isla.
Ya en la Guerra Fría, la isla se convirtió en un punto estratégico para la defensa aérea norteamericana, pues el camino más corto para los bombarderos y los misiles soviéticos desde la URSS hacia EEUU pasaba por encima de Groenlandia.
Así, en 1951, EEUU construyó la base aérea de Thule, la base militar más septentrional de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Sin embargo, el curso de la guerra llevó al Pentágono a lanzar el Proyecto Iceworm, que contemplaba la colocación de 600 misiles balísticos intercontinentales, que eran transportados por un sistema de rieles y túneles bajo la capa de hielo.
Para ocultar el Proyecto Iceworm, EEUU presentó al mundo el proyecto Camp Century, que planeaba la construcción de una utópica ciudad bajo el hielo en la que científicos, ingenieros y militares trabajarían juntos para resolver los problemas del "mundo libre".
Del hielo a la luna
En 1960 inician los trabajos de construcción. Una construcción de 21 túneles de tres kilómetros de largo se creó bajo la capa de hielo. Allí se construyeron laboratorios, una biblioteca, una iglesia, un café, salas de descanso, lavanderías y cuarteles. Gracias al reactor nuclear móvil Alco PM-2A, el primero en su tipo, el campamento contaba con energía, sistemas de filtrado de agua y calefacción. Cerca de 200 personas vivían en el lugar.
“Camp Century,” a secret military city under the ice, soon to be exposed as Greenland melts. https://t.co/42cAavp0sF pic.twitter.com/3Ei3mbUzGs
— Geoff Manaugh (@bldgblog) 5 августа 2016 г.
EEUU convirtió a Camp Century en parte de su sistema de propaganda, presentando al mundo una plataforma ideal de trabajo científico, en la que cientos de expertos podían trabajar bajo hielo, en condiciones de aislamiento, sin sufrir enfermedades o sin entrar en conflicto. Además, era usado también como la prueba de que EEUU estaba listo para conquistar la luna y marte.
Por supuesto, las intenciones militares que se escondían detrás del idílico Camp Century, eran en ese entonces conocidas únicamente por EEUU, y ni siquiera el Gobierno de Dinamarca tenía idea de los planes que llevaba a cabo el Ejército norteamericano en sus tierras.
Planes militares
Una potente estación de radares; una escuadrilla de cazas reactivos ocultos bajo el hielo, que serían lanzados con ayuda de catapultas de vapor; baterías de misiles para derribar los misiles soviéticos o una brigada de paracaidistas lista para ocupar las bases de la URSS en Siberia. Las anteriores fueron algunas de las ideas que EEUU contempló llevar a cabo en los hielos de Groenlandia. La idea con mayor futuro, era la ubicación de sistemas de misiles y antimisiles en hangares bajo hielo.
Project Iceworm https://t.co/XBVhRoSWQ4 pic.twitter.com/7vYOXj0Xpl
— HackersPews (@HackersPews) 6 августа 2016 г.
EEUU logró con éxito, por un tiempo, esconder sus planes militares con ayuda de científicos que negaban cualquier acusación del trabajo militar que realizaba EEUU en Groenlandia. Sin embargo, los medios de comunicación poco a poco fueron descubriendo los secretos que ocultaba el Pentágono sobre la militarización de Groenlandia.
Final ¿feliz?
Sin embargo, no fueron los medios, ni Dinamarca, quienes acabaron con Camp Century, sino la misma naturaleza. A causa del movimiento de las capas de hielo, EEUU había planeado que el campamento funcionara por 10 años, tras lo cual debería ser abandonado.
De hecho, mientras la instalación estuvo en funcionamiento, el personal debía retirar más de 120 toneladas de nieve y hielo para evitar que las paredes y el techo de la construcción se vinieran abajo. Pero ya en 1962, la estación de energía atómica se vio amenazada por el descenso del techo y en 1964 por la deformación de los túneles, por lo que ese año fue desmontada. La estación trabajo por un año más con generadores diésel, pero en 1965 fue totalmente evacuada.
Aunque el cierre de Camp Century fue ciertamente un fiasco, más aun teniendo en cuenta los millones de dólares invertidos, el Pentágono presentó los resultados del proyecto como un éxito total. EEUU, aseguraba, demostró su capacidad tecnológica para la construcción en condiciones árticas.
Pero en el último minuto, Camp Century dio un gran servicio a la ciencia. El paleoclimatólogo danés Willi Dansgaard planteó la hipótesis de que la correlación de isótopos en el oxígeno y el deuterio en los glaciares podría indicar las condiciones climáticas acaecidas cientos de años atrás. Llegando a un acuerdo con sus colegas norteamericanos, Dansgaard logró en el verano de 1966, cuando el campamento ya se encontraba cerrado, realizar una incisión en el hielo hasta una profundidad de 1.390 metros, para la extracción de muestras de hielo. Las mismas, como sería comprobado por los científicos, guardaban información de cientos de miles de años de la historia climática terrestre.