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Además de la fecha, hay otras cosas en juego. De acuerdo con lo firmado en La Habana, la guerrilla va a entregar en 90 días el 30% de su arsenal, otro 30% en 120 días y el 40% en 150 días. Se pronostica que en 180 días todo el arsenal será entregado. Este material va a ser destruido y utilizado en la construcción de tres monumentos.
"Es parte del acuerdo al que han llegado las partes. La guerrilla va a dejar las armas en un proceso paulatino y al final de ese proceso Naciones Unidas convertirá esas armas en monumentos que serán emplazados en distintas ciudades de Colombia y el mundo", afirmó el senador.
A raíz de estos hechos, Colombia comenzó un proceso de debate intenso. Hay argumentos a favor y en contra del tratado. "El sector encabezado por el expresidente Álvaro Uribe quiere convencer a la población de que es mejor no optar por los acuerdos. Los ciudadanos deben tomar una decisión clara entre buscar un futuro en que se rompa un ciclo de más de medio siglo de violencia, o continuar con esa situación en Colombia", dijo en GPS Internacional el economista uruguayo Antonio Elías, vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana de Economía Política y Pensamiento Crítico (SEPLA), creada en 2005.
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 4 августа 2016 г.
A esto hay que agregar la situación regional. "Estamos ante un momento de debilitación del bloque progresista. Temer en Brasil, Macri en Argentina. Todo eso no es lo mismo que podía haber sido con el Gobierno de Dilma Rousseff o de Cristina Fernández de Kirchner. Hay que rodear del mayor apoyo al proceso de paz para que se cumpla de manera adecuada. Como dicen las FARC: todo está acordado o nada está acordado. Si esta última parte no se acuerda, todo lo demás va a ser papel mojado", concluyó el economista.