Si la sequía de preseas se mantiene hasta el final de estos juegos en la ciudad brasilera, sería la primera vez que un deportista de México no pise un podio desde 1928.
La crítica del país latinoamericano —que tiene en sus vitrinas un palmarés con 62 medallas en toda su historia en 19 juegos olímpicos (13 de oro, 21 de bronce y 28 de plata)— ha enfilado las baterías contra la directiva del deporte.
Una tras otras se han ido esfumando las esperanzas y la más decepcionante ha sido la eliminación en la primera ronda de la selección olímpica de fútbol, luego de que su antecesora conquistara la medalla de oro en los anteriores juegos de Londres.
Los culpables
"No echo la culpa a los jugadores, la culpa es que el deporte mexicano no camina, porque no hay interés, la organización deportiva es muy mala, el Gobierno no tiene interés en el deporte olímpico, donde se muestran las potencias", dijo el más veterano comentarista mexicano deportivo actual, José Ramón Fernández.
Las baterías de la prensa deportiva y política apuntan al presidente de la Comisión Nacional del Deporte (Conade), Alfredo Castillo, un amigo personal del presidente Enrique Peña.
El funcionario federal del deporte llegó al cargo luego de ser el procurador de justicia del Estado de México, que rodea la capital, cuando fue gobernado por el mandatario (2005-2011), y luego fue Comisionado Nacional de Seguridad en el conflictivo estado de Michoacán (2013-2014), donde armó unas fallidas autodefensas civiles, que después fueron abolidas.
"La Conade es una agencia de viajes que, propiamente, lo único que hace es dar el dinero a las Federaciones (olímpicas), y cuando nosotros nos dimos cuenta que había competencias que no tenían razón de ser o razón de estar (en Rio), alzamos la voz, pero ahora resulta que la culpable es la Conade", lamentó Castillo en su defensa propia durante una entrevista con el noticiario mexicano MVS.
Castillo ha acusado a los jueces de castigar a México en las competencias: "Son las represalias por no regalar 15 millones de dólares", dijo Castillo en un mensaje en sus cuentas de redes sociales, recordando la decisión del Gobierno mexicano de regresar la sede del Campeonato Mundial de Natación, por lo cual el país fue multado.
El desencanto
Los clavadistas, boxeadores y lanzadores de tiro al blanco atraían las mayores expectativas en el camino a Río de Janeiro, pero al cumplir sus actuaciones lo más cercano fue un cuarto lugar en las flechas al blanco de Aída Román, Mariana Avitia y Alejandra Valencia, que habían logrado medallas en la competencia de Gran Bretaña en 2012.
Avitia fracasó incluso al no lograr un boleto a Río y en el caso de Román, no pasó de la ronda de 32, y Valencia se quedó en cuarto lugar.
La respuesta de Valencia a los periodistas ante su fracaso, resume el clima de presión que se respira en la delegación mexicana: "Espero que lo intenten hacer ustedes", respondió a los periodistas sobre su estado de ánimo al fracasar en su contienda.
Otra gran decepción han sido sus clavadistas: en la especialidad de sincronizados desde la plataforma de 10 metros fallaron Paola Espinosa y Alejandra Orozco, y la pareja de Iván García y Germán Sánchez, nunca se acercó al podio.
Ambas duplas llegaron con la fama de haber logrado medalla de plata en Londres, pero igual que sus colegas del trampolín de tres metros, Jahir Ocampo y Rommel Pacheco, también fracasaron.