El estadounidense trabaja para la cadena de televisión norteamericana NBC, que tiene los derechos de retransmisión de los JJOO en Río. De esta manera, indica el medio, Bush, una vez en la ciudad brasileña, no solo se encargó del trabajo periodístico, sino que también se sumergió en la atmósfera festiva y desenfadada de la ciudad.
Acompañado por la modelo Alessandra Ambrosio, el corresponsal visitó uno de los salones de belleza de Río donde se sometió a la depilación con cera caliente en sus zonas más íntimas, algo que se convirtió en un verdadero sufrimiento para el hombre, "¡Bienvenido a nuestro mundo!" le espetó después una de las presentadoras del programa. Tras los gritos causados por la dolorosa sesión, el presentador de televisión recibió un gran aplauso por parte de los empleados y clientes del salón.