Unas matrioskas rusas dan la bienvenida a los visitantes que se acercan estos días al Forte de Copacabana, justo al principio de una de las playas más famosas del mundo.
El máximo responsable de la Casa de Rusia explica que el lugar es un espacio al que los atletas acuden cada noche a celebrar sus medallas, por lo que se crea un ambiente en el que es posible agradecerles el esfuerzo, especialmente en unos Juegos que están siendo algo complicados.
"Cada noche vienen y les damos las gracias; a ellos y a todos los que confiaron en que los atletas rusos competirían en los Juegos de Río; ha sido un largo camino y faltan muchos atletas porque esa sanción no fue justa"; lamenta Rumiántsev.
En su opinión el castigo a Rusia es un acto de "discriminación" que hace que los atletas que sí están compitiendo se esfuercen más, porque tienen que luchar por ellos y por los compañeros que no están.
Las impactantes vistas que tiene sobre el mar la Casa de Rusia son el principal atractivo de este espacio, con una pantalla gigante donde seguir las competiciones, terrazas donde degustar la gastronomía típica y varias exposiciones.
Sin embargo, a diferencia de las casas que Rusia montó en los Juegos Olímpicos de Londres o en los de Vancouver esta vez la intención no es tanto atraer a turistas y visitantes sino ofrecer un espacio "seguro" a los rusos que quieran apoyar a su país en Río de Janeiro.
#Putin no negociará acceso de deportistas rusos a los #JJOO de #Río: "es imposible" https://t.co/azsHQv8ip8 pic.twitter.com/axDPg5XohS
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 25 de julio de 2016
La fama de ciudad insegura que persigue a Río de Janeiro es la principal causa de esta motivación, por lo que Rumiántsev se esfuerza en recordar que la Casa de Rusia está frente a un cuartel militar, al lado de una sede de los bomberos y custodiada por la policía.
"Tenemos que ser conscientes de que esto no es Sochi, allí no hubo ningún incidente", concluye.