Según la Policía Civil y la Policía Federal se han producido 47 avisos en menos de 15 días, cuando lo normal es que en todo un mes haya como máximo dos alertas de este tipo.
Una de las situaciones más tensas se produjo el pasado viernes, pocas horas antes de la ceremonia de apertura en el estadio de Maracaná, por culpa de una caja sospechosa en la estación de metro de São Cristovão, muy cerca del estadio.
Después de acordonar la zona, y por miedo a que el pánico se extendiese por los alrededores del estadio, un policía militar tomó la iniciativa y abrió la caja; solo había folletos de publicidad de un espectáculo de mulatas.
El sábado se produjo una situación similar en el barrio de Copacabana, muy cerca de la meta de la carrera de ciclismo en ruta. Después de que el robot especializado detectara un líquido se decidió explotar el paquete de forma controlada como medida de prevención. Poco después se supo que era una botella de cachaza.