Tampoco descartó que se plantee el pago de una indemnización por el Su-24 ruso derribado por Turquía en noviembre.
Después del encuentro, Putin y Erdogan planean reunirse con empresarios de ambos países.
Para Erdogan, es el primer viaje extranjero tras el fallido golpe militar del 15 de julio.
También forman parte de su delegación un alto cargo del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) Mehdi Eker e, inesperadamente para los medios turco, el jefe del Servicio de Inteligencia Nacional (MIT), Hakan Fidan.
Unos 150 periodistas se congregaron en el centro de prensa del Palacio Konstantínovski, en San Petersburgo, para cubrir el evento.
Apenas ocho días más tarde, un caza turco derribaba el Su-24 ruso que retornaba a su base tras atacar objetivos terroristas en Siria.
Según la parte rusa, el avión fue abatido sobre el territorio sirio, pero los turcos sostienen que violó su espacio aéreo.
El ataque se saldó con la muerte del piloto que fue tiroteado desde tierra tras eyectarse del avión; otro militar ruso murió durante la operación de rescate del copiloto.
Los primeros pasos hacia la normalización se dieron en junio, después de que el mandatario turco pidiera perdón a la parte rusa.
La reconciliación se afianzó tras la fallida asonada del 15 de julio, cuando Ankara dio a entender que el piloto responsable del derribo, además de haber actuado por cuenta propia, estaba relacionado con los golpistas.