"La CIDH expresa su profunda preocupación ante la situación de extrema vulnerabilidad en la que se encuentran cerca de 1.300 migrantes varados en el municipio de Turbo (…). Entre las personas migrantes se encuentran hombres y mujeres, algunas de ellas embarazadas, así como niños y niñas, incluyendo recién nacidos", señaló el organismo en un comunicado.
El mismo, radicado en Washington y publicado en la página web del organismo, señala que "la mayoría de estas personas provienen de Cuba, Haití, así como de países de África y Asia".
En la actualidad existen "dificultades en el acceso a alimentos, riesgo de contraer enfermedades, así como la posibilidad de ser víctimas de trata de personas", destacó la CIDH con base en reportes entregados por la Defensoría.
De acuerdo con información oficial, el Gobierno colombiano ha promovido la salida voluntaria de unos 600 migrantes, ante lo cual el organismo internacional señaló que "es obligación del Estado identificar migrantes que tengan necesidades especiales de protección, tales como solicitantes de asilo y refugiados, personas sujetas a protección complementaria, víctimas de trata, entre otros, y adoptar medidas para su protección".
Finalmente, la Comisión sostiene que los canales legales y seguros para migrar son insuficientes, y que por eso estas personas han optado por rutas y canales clandestinos, en los que han sido objeto de extorsión y abusos por parte de organizaciones criminales y agentes de la policía.
De acuerdo con cifras de Migración Colombia, entre comienzos de mayo y mediados de junio 1.107 migrantes irregulares fueron detectados en Turbo y Capurganá —una playa próxima a Panamá—, y de estos, 50 por ciento son de Haití y 15 por ciento de Cuba, mientras que el resto son africanos (26%) y asiáticos (9%).