La tragedia ha ocurrido el fin de semana en el este del país, entre el Golfo de México y las zonas serranas de los estados de Veracruz y Puebla, a pesar de que Earl se dispersaba en las montañas mexicanas tras cruzar la península de Yucatán procedente del mar Caribe.
Por su parte, el gobierno del estado de Veracruz estima que más de 10.000 personas han sido afectadas por las tormentas y más 2.200 casas dañadas, al menos 1.200 habitantes fueron evacuados a los albergues en 32 municipios, parcialmente incomunicados por el desborde de ríos y afluentes.
Un balance provisorio de 11 personas muertas se reporta en el estado de Veracruz, con costas al Golfo en México, desde donde penetró el meteoro a tierra con abundantes lluvias, y una más en el vecino estado de Hidalgo.
Las brigadas de @SEDATU_mx trabajando en comunidades afectadas por #Earl en #Veracrux pic.twitter.com/FCVMUhvyGx
— Rosario Robles (@Rosario_Robles_) 8 de agosto de 2016
Además, entre la noche del sábado y la mañana del domingo, 29 personas murieron, entre ellas 15 menores de edad, cuando varias casas fueron sepultadas por deslaves en cerros que rodean Huauchinango, un pueblo de la Sierra Norte de Puebla, 200 km de la capital.
Las lluvias se han prolongado en las zonas altas y la sierra del este de México, que separa al altiplano central del país del Golfo de México, y la población que habita en asentamientos irregulares en las riberas ha sido alertada por el peligro de desbordes y desgajamientos de tierra.
Los tres niveles de gobierno evaluamos situación de las zonas afectadas por #Earl. pic.twitter.com/WZ2gs60CVD
— Rafael Moreno Valle (@RafaMorenoValle) 8 de agosto de 2016
El fin de semana se registró en esa región de bosques húmedos tropicales un equivalente al total precipitaciones lluviosas de un mes, dijo el gobierno de Puebla.
Ha sido un día muy difícil para los poblanos, no se puede describir con palabras. Gracias a los que brindan apoyo. pic.twitter.com/bEU6sF3jY0
— Rafael Moreno Valle (@RafaMorenoValle) 8 de agosto de 2016
"Un cerro se desgajó" sobre una comunidad en ese pueblo de arquitectura colonial, clasificado como "Pueblo Mágico" en los circuitos turísticos, donde murieron 11 pobladores, incluyendo ocho niños, mientras en colonias del centro del poblado otros deslaves causaron 13 muertos, siete de ellos menores de edad, tres más en el cercano poblado de Tlaola y dos fallecidos en una carretera, para un total de 29 muertos en Puebla.
La peor destrucción en la temporada de huracanes que suele prolongarse hasta octubre en el país latinoamericano ocurrió en septiembre de 2013, cuando 157 personas murieron por la combinación de los huracanes Ingrid y Manuel, en el sureño estado de Guerrero (sur).