Es precisamente en todos estos territorios donde se ubican las bases militares que Rusia tiene en la región.
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Los medios, además, indican que los bombarderos se aproximaron a las islas a una distancia de entre 70 y 150 kilómetros. En otras palabras, las aeronaves penetraron en el espacio aéreo sobre las zonas económicas exclusivas de Rusia en el Ártico.
En junio se informó de que los bombarderos de EEUU tipo B-52 se habían acercado a la frontera rusa en el mar Báltico en el marco de las maniobras Baltrops 2016. Este hecho provocó una reacción negativa por parte del Ministerio de Exteriores ruso.
Las tripulaciones de estos aviones, capaces de portar armamento nuclear, practicaron lanzamientos de minas antibuque en el mar Báltico.



