Los presos, del movimiento palestino islámico Hamás, habían iniciado una huelga de hambre el miércoles pasado para protestar contra el aislamiento al que fueron sometidos algunos, los reconocimientos corporales o las transferencias a otras cárceles.
No obstante, según indicó el Ministerio de Asuntos de Presos de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), unos 70 convictos continúan la huelga de hambre en solidaridad con el preso Bilal Kayid.
Este palestino lleva ya 55 días sin comer para protestar por su detención administrativa, sin cargos y sin juicio.
Kayid cumplió una condena de catorce años y medio de cárcel, pero en lugar de ser liberado, fue retenido bajo detención administrativa. Esta medida permite encarcelar a presos sin imputación durante seis meses que pueden prorrogarse de forma indefinida.