En un vídeo publicado en Youtube se puede observar como varios hombres que llevan guirnaldas de flores en sus cuellos parten cocos con las cabezas de los creyentes.
Pese al hecho que el ritual es muy doloroso y muchos participantes resultan heridos, la mayoría de ellos se abstiene a recibir ayuda médica para no ofender a sus dioses. "El dolor no es nada", dijo uno de los creyentes que participó en el festival.