Tras la reunión con su par argentino, Mauricio Macri, la máxima autoridad del Estado árabe arribó a San Carlos de Bariloche en avión privado. Descansa en el lujoso hotel Llao Llao.
El mandatario desembarcó en la Patagonia acompañado por sus tres esposas, Noora, Jawaher y Anoud. Viajó con él una numerosa delegación de funcionarios. Para que estuvieran cómodos, el hotel les reservó el ala Moreno, la más exclusiva, con 30 habitaciones. Es la misma donde se hospedó el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en su visita al país en marzo.
El emir y sus esposas ocupan las habitaciones de lujo, Lake Royal Suite King y Deluxe Morena Suite King. La primera cuenta con un servicio de jacuzzi y sauna, sala de estar para recibir visitas y una vista excepcional a los cerros Tronador y Moreno. El costo por noche es de 2.020 dólares y 1.350 respectivamente. El resto de la delegación duerme en cuartos que llegan a los 850 dólares.
Rodea al hotel un operativo de máxima seguridad. Al abandonar el establecimiento, el magnate lo hace en coches blindados y bajo la atenta mirada de un grupo de guardaespaldas.
Su agenda turística incluye Circuito Chico, uno de los paseos más tradicionales, donde se pueden apreciar los atractivos naturales de la ciudad. También recorrerá el lago Nahuel Huapi en catamarán. Durante su estadía tomará un avión privado hacia El Calafate, donde visitará el glaciar Perito Moreno.
El líder de la monarquía petrolera tiene 36 años y ocho hijos. Sus negocios abarcan desde hoteles de lujo y entidades financieras hasta equipos de fútbol, deporte que lo apasiona. Es el fundador de Qatar Investment Authority, la empresa propietaria del club francés Paris Saint Germain. Además, es uno de los principales impulsores de que el Mundial 2022 se realice en Catar.
Amasa una fortuna valorada en unos 2.000 millones de euros. Llegó al trono tras la abdicación de su padre, el jeque Hamad bin Jalifa, en junio de 2013.