"Hemos descubierto que, sin importar cuán hábil sea una tripulación, el blindado recibirá hasta 10 impactos", cita el medio estadounidense las palabras de Ruslan Pujov, director del Centro de Análisis Estratégico y Tecnológico (CAST) de Moscú.
"Incluso si la tripulación realiza una defensa perfecta, ya sea activa o pasiva, podría defenderse de un impacto o dos, pero aun así recibiría cinco más. Y se acabó. Por eso es mejor contar con algo como el 'Tanque 2.0'", expuso Pujov.
Así nació el nuevo prototipo: la máquina de combate de apoyo a tanques Terminator.
Pujov asegura que este 'Tanque 2.0' no se parece, por ejemplo, al vehículo ruso T-14 Armata, pese a que este último dispone de una torre no tripulada y del complejo de defensa activa. La construcción se asemeja a la de los tanques tradicionales, que es vulnerable ante las nuevas generaciones de armamento.
Por el momento, Rusia ya tiene dos versiones, Terminator-1 y Terminator-2, inspiradas en el chasis del tanque T-72. El Terminator-3 se está desarrollando siguiendo como modelo el Armata.
Hay que reconocer que el concepto de la nueva máquina y una serie de dispositivos tienen que ser todavía mejorados. Por ejemplo, el sistema de sensores para minimizar la exposición del vehículo y los que garantizan una mayor seguridad de la tripulación.
La nueva generación de carros de combate será suministrada al Ejército y podrá enfrentarse a grandes agrupaciones de infantería.
"Lo necesitamos como el aire que respiramos. Lo crean o no, no intentamos exhibir músculo militar, sino que nos hace falta para defender nuestro territorio", concluye Pujov en National Interest.