La investigación del diario revela que los datos de los pasajeros habían sido desprotegidos durante años y hasta criminales pudieron acceder a la información relativa a billetes, nombres, direcciones e incluso los datos bancarios.
Además señala que no hacía falta tener conocimientos técnicos especiales para obtener acceso a la información personal.
Según el artículo, Aerticket recogía la información no sólo de sus clientes, sino también mediante una serie de servicios online que no llevan responsabilidad alguna por los fallos de seguridad.
A la vez informa que los datos no fueron empleados con fines delictivos por los criminales.
La compañía reaccionó inmediatamente al artículo tratando de solucionar el problema unas horas después de publicada la investigación.