Asimismo, el mandatario y el primer ministro del país se han otorgado el derecho de emitir órdenes directas a las tropas sin que tengan que ser previamente aprobadas por cualquier otra persona autorizada. De esta manera, los militares se ven obligados a ejecutar las órdenes que dicten los dos dirigentes de forma inmediata, destaca el medio.
Tras el fallido golpe de Estado en Turquía, que tuvo lugar el 15 de julio de 2016, Recep Tayyip Erdogan lanzó una serie de purgas para arrestar a los simpatizantes del clérigo opositor Fethullah Gulen, cuya extradición exigen las autoridades otomanas a EEUU.
En los días posteriores al golpe, en todo el país —en el que está en vigor el estado de excepción durante los próximos tres meses— fueron detenidos o suspendidos miles de militares, agentes de policía, jueces, funcionarios públicos y docentes.