El viceministro remarcó que los corredores abiertos en Alepo podrán utilizarse, si es necesario, para la entrada de convoyes humanitarios.
"Pero en ningún caso aceptaremos que se envíen armas a los barrios controlados por los insurgentes", advirtió.
También indicó que las reacciones de Médicos Sin Fronteras, la Cruz Roja y del enviado de la ONU para Siria a la operación humanitaria en Alepo inspiran optimismo.
"Las primeras reacciones infunden cierto optimismo", declaró Antónov a los periodistas.
Varios organismos internacionales, añadió, aplaudieron la iniciativa rusa que ayudará a los civiles a trasladarse a zonas más seguras.
El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, explicó que se crearán en el este de Alepo tres corredores para que civiles y rebeldes sin armas puedan abandonar la ciudad, más un cuarto corredor en el norte, para la salida de insurgentes armados.
Además, el presidente sirio, Bashar Asad, decretó la amnistía para todos los insurgentes que depongan las armas.