"He decidido convocar las elecciones el día 25 de septiembre con la intención de que el escenario de inestabilidad e incertidumbre de la política española afecte lo mínimo posible a la situación en Euskadi; ésta es la mejor decisión", anunció Urkullu.
El presidente vasco considera que esa fecha "es la más conveniente para los intereses de Euskadi" si se tiene en cuenta la crisis institucional que vive el Gobierno central español.
La intención del Gobierno vasco con la elección de esta fecha es "aislar" los comicios autonómicos de una eventual tercera jornada de elecciones a nivel nacional si no se consigue formar un Ejecutivo.


