'Caviar volador', 'Las flores de la vida del César', 'Langostinos enigmáticos' o 'Picaduras de amor' son algunos de los platos que se pueden degustar en Food Ink., un restaurante nacido en Venlo, Países Bajos, en abril del 2016.
El restaurante ha gozado de gran popularidad entre los amantes de la cocina moderna y ahora su chef y dueño, Joel Castanyé, ha decidido salir de gira por el mundo con su equipo de chefs y robots para servir su comida 3D en otros países.
Las impresoras 3D, capaces de crear objetos de toda clase de materiales, han sido adaptadas para crear platos con chocolate, hummus, carne, queso de cabra, masa para pizza y otros ingredientes. Para la realización de cada plato se genera una pasta comestible, que es vertida en la impresora y funciona como material para que la máquina cree la comida.
Con ayuda de los chefs, el plato se perfecciona para ser servido a los clientes del restaurante, quienes no pueden ocultar su sorpresa a la hora de comer alimentos preparados por un robot.