El estudio presenta "la primera prueba del control dinámico, interactivo y en tiempo real del funcionamiento de las cuerdas vocales en un antropoide".
Los científicos lograron que el orangután Rocky copiara los sonidos, lo que demostró que es capaz de controlar su voz.
Según Lameira, Rocky repitió los sonidos "con una gran exactitud" y mostró que puede aprender y reproducir nuevos sonidos sin correlacionarlos con los que ya tenía en su "vocabulario".