"La publicidad se refiere a la idea de que, quien bebe vodka, no se comporta así [no se besa con hombres en la Plaza Roja]", comunicó el director de la empresa, Evgeni Soldátov.
Tras comenzar a circular por internet, el anuncio generó un gran descontento en la compañía Jung von Matt, que es la responsable de promocionar el producto en Alemania. En la página oficial de Jung von Matt puede leerse una cita completamente diferente en la que se alega que "la discriminación de los homosexuales en Rusia es un caso común".
Paralelamente, varios medios germanos que se proclaman defensores de la comunidad LGBT reaccionaron con vehemencia a la campaña publicitaria de la empresa bielorrusa, criticando el método de promoción elegido.
"Partisan se produce en Bielorrusia, un país que muy a menudo está considerado como la última dictadura de Europa. Allí, el ambiente para gais y lesbianas no es mejor que el de su gran vecino", lamenta un periodista del medio alemán Queer.
La discriminación de los representantes de la comunidad LGBT es uno de los temas predilectos de la propaganda antirrusa, que hoy en día realiza la prensa occidental.
Sin embargo, el año pasado, los medios de comunicación de Occidente, por pura 'casualidad', no prestaron atención alguna al hecho que Arabia Saudí presidió el panel de expertos independientes del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
A este respecto, cabe mencionar que la sodomía en Riad es considerada un delito grave, que en algunos casos se castiga con la pena de muerte.