"Existen intereses económicos muy fuertes en estos puertos y obviamente el Estado chileno tiene que precautelarlos, eso explica por qué la presidenta (Michelle) Bachelet no ha mostrado predisposición al diálogo propuesto por el presidente Evo Morales", señaló Rivadeneira.
En su opinión, las autoridades chilenas no pueden eludir el diálogo y menos aún ignorar las denuncias sobre abusos contra los choferes y las interferencias al libre tránsito para los productos bolivianos.
"Chile no puede ignorar este tipo de actos y en algún momento tiene que dialogar al margen de los intereses políticos y económicos", declaró Rivadeneira.
A poco más de una semana de la visita de la delegación boliviana comandada por el canciller David Choquehuanca a los puertos de Arica y Antofagasta, las condiciones para los transportistas no han cambiado y la Cámara de Transporte continúa recibiendo denuncias de interferencia al libre tránsito para los productos bolivianos.
Rivadeneira recordó que la delegación que visitó los puertos del norte chileno verificó no solo los abusos a los choferes bolivianos por parte de la policía chilena, sino la situación precaria de la infraestructura caminera.
"Las autoridades chilenas son muy hábiles y generan cada vez que pueden nuevas exigencias para la carga boliviana en lugar de facilitarla", agregó.
Rivadeneira explicó que las autoridades portuarias han establecido zonas especiales para descargar la mercadería boliviana antes de llegar a los puertos, lo que encarece aún más los costos para los importadores y exportadores bolivianos.
La Cámara de Transporte espera que las autoridades de Chile decidan dialogar con sus pares bolivianas para resolver los problemas planteados.
El Gobierno de Bolivia mantiene un pedido oficial de diálogo con la presidenta Bachelet para abordar la situación en los puertos del norte chileno y el cumplimiento del Tratado de Paz y Amistad de 1904 sobre libre tránsito y facilidades para la exportación de productos bolivianos.