"Siento que vamos en un túnel sin salida, he perdido la fe en las soluciones que nos puedan dar. Por una parte, el Gobierno tiene un discurso político que está desconectado del pueblo, y por el otro la oposición desenfunda toda su visceralidad culpando de todo al Gobierno y no aporta nada para mejorar la situación", dijo Orlando Rangel, habitante de Caracas.
Por su parte, el ciudadano Carlos Carvajal fue tajante y descartó cualquier resultado positivo de las conversaciones entre el Gobierno y la oposición.
La semana pasada, la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) divulgó un comunicado en el que abrió la posibilidad de un diálogo.
El documento fue una respuesta a una carta que recibió el presidente de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral), Henry Ramos Allup, firmada por Ernesto Samper, secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), organismo que funge como mediador entre ambos sectores políticos venezolanos.
En el comunicado, la oposición señala que, una vez el Consejo Nacional Electoral (CNE) presente el informe sobre la petición de activación del referendo revocatorio del mandato de Maduro, iniciará el diálogo en la fecha que convoquen los mediadores de la Unasur y del Vaticano.
A juicio de la caraqueña Daniela Naranjos, estas primeras reacciones demuestran lo difícil que es llegar a una conciliación.
"No han comenzado a dialogar y ya están peleando, qué podemos esperar de sectores políticos que no consiguen un solo punto en común; yo les pido que se pongan a trabajar por sacar al país de la crisis y encuentren allí los puntos en común", afirmó.
Por su parte, el periodista Reinaldo Rojas sostuvo que si los diferentes actores políticos decidieran sentarse en una misma mesa, deberían surgir resultados tangibles y respeto a las instituciones, de lo contrario "será tiempo perdido".
"Venezuela necesita conciliación, para que el país se desarrolle y logre tener los indicadores que tiene cualquier país estable, debe haber instituciones estables; para ello, el Poder Legislativo debe aceptar al Poder Ejecutivo y viceversa, y para que eso ocurra tiene que haber diálogo", sostuvo.
Maduro ha denunciado que el objetivo de la oposición no es trabajar por el país, sino sacarlo del Gobierno.
Por su parte, la oposición denuncia que el mandatario desconoce la mayoría parlamentaria que representa en la Asamblea, y lo acusa de utilizar al Tribunal Supremo de Justicia para violentar el Legislativo.
Mientras, Samper insiste en que lo importante es impulsar una agenda que permita iniciar el diálogo "dejando de lado la violencia en la actividad política".