"Los sucesos que se observan últimamente en Ucrania muestran un crecimiento de las amenazas terroristas y el deterioro brusco de la situación criminal", dijo Poroshenko.
Lo atribuyó, sobre todo, al "tráfico incontrolado de armas, explosivos y municiones dentro del país", así como al conflicto en Donbás.
El este de Ucrania lleva más de dos años sumido en un conflicto entre las fuerzas de Kiev y las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, nacidas en protesta por el cambio violento del Gobierno ucraniano a principios de 2014.
La ONU cifra en más de 9.400 los muertos, y en más de 21.800 los heridos por las hostilidades que continúan pese a varios acuerdos de alto el fuego.