"Ayer reinició parcialmente la operación en la refinería Cadereyta. Se siguen los protocolos para aumentar la producción de forma segura", publicó Pemex en sus cuentas oficiales de redes sociales.
Ayer reinició parcialmente la operación en la refinería de Cadereyta. Se siguen los protocolos para aumentar la producción de forma segura
— Petróleos Mexicanos (@Pemex) 25 de julio de 2016
La refinería, una de las seis con las cuales cuenta México, tiene capacidad para procesar 275.000 barriles diarios, aunque no utiliza toda su capacidad y las actividades pondrán en marcha plantas hidrodesulfuradoras y otras unidades paradas por seguridad en la planta.
Cadereyta solo procesa menos de la mitad de su capacidad debido a la baja producción de crudo de Pemex, por bajas inversiones y declive natural de sus campos maduros.
Pemex refinó para consumo interno un promedio de 1 millón de barriles diarios en mayo, casi la mitad de su producción total de crudo (a otra mitad se exporta), abajo de la su capacidad instalada para procesar 1,6 millones b/d.
México importará 62% de las gasolinas para el consumo interno en julio, la mayor proporción de su historia, según la más reciente orden de compra requerida por la dependencia de Petróleos Mexicanos (Pemex) encargada de los productos refinados, publicada el pasado lunes.
Cuantitativamente, se trata del segundo mayor pedido de importación después de las compras de noviembre de 2015, que sumaron 509.500 barriles diarios, es decir un 59,7% del consumo nacional; pero esta vez asciende a 62%, la mayor proporción del consumo interno de México en su historia.
Hace dos años, la producción de Pemex todavía lograba abastecer a 60% del consumo interno.
Desde 2012 a abril de 2016 la producción de crudo de México ha descendido de 2,55 a 2,17 millones de barriles diarios de crudo en promedio, 380.000 barriles menos y la tendencia sigue a la baja.