A su llegada al aeropuerto internacional Tom Jobim, los primeros atletas olímpicos en poner rumbo a la Villa de los Atletas en el barrio de Barra da Tijuca, en la zona oeste de la ciudad, se toparon con un fuerte despliegue militar que abarcó desde los exteriores del aeropuerto y sus instalaciones a todo el trazado de la carretera Transolímpica, además de siete estaciones de tren.
Ya en el interior de los recintos, la Fuerza Nacional, organismo militar dependiente del Ministerio de Justicia, se encargó de velar por la protección interna del Maracaná, las arenas del Parque Olímpico y el estadio del Engenhao, escenario de las pruebas de atletismo así como ocho partidos del fútbol olímpico, una tarea que dividirá con la propia seguridad privada de Río 2016.
Por último, las Fuerzas Aéreas de Brasil (FAB) dejaron ver durante el fin de semana sus aeronaves sobre las playas de Copacabana y en los alrededores del aeropuerto internacional donde un escuadrón de F-5 velará por la seguridad del espacio aéreo mientras que la Marina de Brasil inició sus patrullas en la Bahía de Guanabara, la laguna Rodrigo de Freitas y las principales playas de la ciudad.
Cabe recordar que el pasado 21 de julio la Policía Federal de varios estados de todo Brasil ejecutó la "Operación Hashtag" por la que se desarticuló una supuesta célula terrorista compuesta por 12 jóvenes brasileños con vinculaciones con el Daesh (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países) lo que elevó las alarmas antiterrorismo en Río de Janeiro al máximo grado de atención.