"La razón por la que estoy aquí es pedir a Rusia ayudar en lucha contra Daesh", dijo al añadir que la asistencia rusa en el combate contra el autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia, "sería extremadamente útil y eficaz".
Anteriormente el servicio de prensa de Atmar informó que de visita en Rusia, planea abordar suministros de helicópteros Mi-17 y Mi-35 a Afganistán.
La cooperación Rusia-OTAN para Afganistán
El Gobierno afgano está interesado en que Rusia y la OTAN reanuden la cooperación sobre Afganistán.
"Esperamos que esta cooperación se reanude porque está en el interés de las tres partes, Afganistán, Rusia y la OTAN", dijo.
Atmar señaló que Afganistán siempre dio alto aprecio a la colaboración entre Rusia y la Alianza Atlántica, que consideró "muy útil".
El Talibán
El diplomático afgano aseguró que el Gobierno presionará militarmente al Talibán si no responde a su propuesta sobre las negociaciones de paz.
"Si (los talibanes) no aceptan nuestra propuesta de las negociaciones, se tomarán acciones militares", dijo Atmar.
Agregó que "si dicen 'sí' a la paz, negociaremos".
#ONU: violencia en #Afganistán causó más de 5.100 víctimas civiles en seis meses https://t.co/JFAo4Cbexr pic.twitter.com/tDNH9XFCmq
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 25 июля 2016 г.
A juicio de Atmar, "ahora les toca a ellos dar los pasos" en este sentido.
"Esperamos que los países (EEUU, China, Afganistán y Pakistán) emprendan acciones militares, lo esperamos especialmente de Pakistán ya que el líder (del Talibán) es de Pakistán", mencionó.
La situación en #Afganistán guarda relación directa con la seguridad de #Rusia https://t.co/1113BpczGr
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 24 мая 2016 г.
Afganistán vive una situación de inestabilidad política, social y en materia de seguridad a raíz de los ataques perpetrados por el movimiento Talibán y otros grupos radicales como la organización terrorista Daesh (el autodenominado Estado Islámico), proscrita en Rusia y otros países.
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Entre el 1 de enero de 2009 y el 30 de junio de 2016, el conflicto en Afganistán causó la muerte de unos 23.000 civiles y dejó heridos a unos 41.000, según la Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (Unama).