La ministra estará en la ciudad brasileña pero no acudirá a la ceremonia porque tendrá lugar el viernes por la tarde, es decir después de que haya comenzado la jornada del shabbat.
Algunos miembros de la delegación israelí habían sugerido a la ministra que se alojara cerca del estadio olímpico para poder ir caminando hasta allí, pero los servicios de seguridad israelíes consideran que sería arriesgado hacerlo de esta manera.
Al final, Miri Regev, que es una judía religiosa, ha optado por no asistir a la ceremonia.
"El shabbat es nuestro día de descanso nacional y uno de los regalos más importantes que el pueblo judío ha dado a la cultura de la humanidad. Como representante del estado de Israel, el único estado judío que hay en el planeta, desgraciadamente no puedo tomar parte en la ceremonia de apertura de las Olimpiadas porque ello requeriría que rompiera el santo shabbat", explicó la ministra.