"La explicación es única y es que los líderes de las naciones occidentales temen el poderío y la fuerza de Rusia y hacen lo posible para perjudicar a Rusia", dijo Aksiónov en una entrevista ofrecida a periodistas extranjeros, entre ellos mexicanos y brasileños.
A su vez, el dirigente del mayor movimiento que agrupa a los tártaros de Crimea, Remzi Iliásov, propuso a los europeos "enviar las sanciones al otro lado del Atlántico".
Crimea y Sebastopol (ciudad que goza de un estatus especial) se adhirieron a Rusia en marzo de 2014 tras la celebración de un referendo en el que el 96,77 por ciento de los habitantes de Crimea y el 95,6 por ciento de los habitantes de esta ciudad apoyaron la reunificación.
La Cancillería rusa declaró en más de una ocasión que la consulta popular se efectuó en Crimea en plena correspondencia con el derecho internacional y la Carta de la ONU.
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