"Es simplemente absurdo hacer tales declaraciones en base a la información recibida del señor Ródchenkov; nosotros jamás nos dedicamos a este tipo de cosas", defendió.
Balájnichev señaló no haber conversado con Ródchenkov "los últimos cinco años, y no tenía deseos de hacerlo, nadie de los trabajadores de la Federación de Atletismo de Rusia y de la selección rusa se comunicaban con él".
"Puede contar lo que le venga en gana, el Mundial de 2013 fue limpio, incólume, ahora se aprovecha la imagen negativa formada injustificadamente y sin pruebas en torno a nuestra Federación para fortalecer la posición del señor McLaren", afirmó Balájnichev.
Ródchenkov, quien se trasladó a EEUU después de que su laboratorio fuera suspendido en noviembre de 2015 por la WADA, dijo que expertos antidopaje y agentes de los servicios de inteligencia rusos sustituyeron en secreto durante los Juegos de Sochi 2014 al menos 100 muestras de orina con rastros de dopantes por otras limpias y preparadas de antemano.
Tanto el Ministerio ruso de Deporte como el Kremlin rechazaron tales acusaciones, por "infundadas" y el Comité de Investigación ruso anunció la apertura de una investigación penal contra Ródchenkov, por supuestos abusos.
Sin embargo, el Consejo de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) suspendió a mediados de junio a los atletas rusos de cara a los Juegos de Río.
Según la prensa estadounidense, las agencias antidopaje de 10 países —entre ellos EEUU, Alemania, España, Japón, Suiza y Canadá- y 20 grupos de deportistas exigen que la selección de Rusia en su conjunto sea apartada de los próximos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
A esta opción ya se opuso la Federación Internacional de Gimnasia (FIG) al calificar de injusta una suspensión indiscriminada que podría afectar también a atletas inocentes.