"Desde mi punto de vista, son eslabones de la misma cadena. Los acontecimientos en Turquía, Armenia y Kazajistán —hay que recordar el reciente incidente en Aktobe—… todo eso fue traído de fuera. Actualmente, en Kazajistán no hay premisas para que crezca algo grave que pudiera llevar a un golpe de Estado. Lo introducen desde el exterior. Creo que desde el otro lado del océano, los servicios de inteligencia se encargan de estos asuntos, desestabilizan la situación en Armenia y Kazajistán", declaró Taisáev.
"Tenemos que unirnos. Ya tenemos una unión económica, hay que desarrollarla. Creo que tenemos suficiente voluntad para prestarnos ayuda unos a otros", concluyó el alto responsable.
Turquía vivió en la noche del 15 de julio un intento de golpe militar que causó más de 290 muertos —entre ellos 190 civiles y oficiales y un centenar de golpistas— y más de 1.400 heridos.
El 18 de julio, en Almaty (Kazajistán), se produjo un tiroteo que dejó siete policías fallecidos. Ahora en la ciudad está establecido el nivel alto de peligro terrorista. El combatiente que organizó el ataque a los policías fue Ruslán Kulekbáev, de 27 años.