El cuerpo fue identificado la tarde del domingo a través de pruebas de ADN realizadas por las autoridades francesas, después de tres días de búsquedas.
La víctima vivía en Suiza desde hace años con su marido, natural de este país, y sus hijas; una de ellas, Kayla, de seis años, también murió en el atentado.
Las otras dos menores y el esposo consiguieron salvarse, y aunque se encuentran hospitalizados en estado grave sus vidas ya no corren peligro.
Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil hay otros dos brasileños desaparecidos, aunque no está confirmado que estuvieran en la zona en el momento en que se produjo el atentado.