Durante estos ejercicios, dos cosmonautas rusos, Serguéi Prokópiev y Oleg Artémiev, además del astronauta de la NASA, Andrew Feustel, se entrenaron para realizar un aterrizaje de emergencia en el agua de un estanque ubicado en la región de Moscú, informa el portal ruso Life.
Se trataba de un entrenamiento en condiciones adversas: el equipamiento de navegación había sufrido una avería y, al caer al agua, la tripulación tuvo que evacuar urgentemente la cápsula espacial. Durante la simulación, los cosmonautas también tuvieron que ser capaces de cambiarse de traje en un espacio reducido.
"Cuando te metes en un traje cerrado herméticamente, puedes sentir mucho calor. Lo más difícil es aguantar durante 10-15 minutos, hasta la salida del aparato. En esta situación, una persona no puede hacer prácticamente nada por sí sola, de modo que es necesario que cada tripulante entienda lo que debe hacer", explicó el comandante de la tripulación, Serguéi Prokópiev.