A partir del cuarto puesto, los números comienzan a reducirse de forma dramática. Argentina registró 2.981 muertes en 2014, mientras que en Perú murieron 1.269 durante el 2010. En Ecuador fallecieron 1.213 en 2012. En los últimos puestos se encuentran Paraguay, Chile y Uruguay, con 413, 401 y 313 muertes por armas de fuego respectivamente.
La República Oriental del Uruguay presenta los mejores números en cuanto a la seguridad armamentista. "La experiencia nuestra con el tema del tiro y la regularización de las armas cambió a partir del año 2002, cuando se empezó a implementar como una de las exigencias para la tenencia de armas, completar un curso de tiro", dijo en diálogo con Sputnik Luis Tártaro, instructor de tiro de Armería Tártaro, la primera escuela de tiro de Uruguay. "Nosotros fuimos los pioneros en dar ese curso. Ya desde el año 1991 empezamos, aún cuando no se exigía por ley un certificado de idoneidad en el tema del manejo de un arma de fuego. Aquí nos ocupamos de impartir el curso requerido por el marco jurídico actual, y también de la parte más importante, que es todo lo relativo a la seguridad. Este polígono tiene 26 años sin un lesionado. La seguridad es nuestra mayor preocupación. Este tipo de política rige en el resto de los clubes de tiro del país. Estimo que esa es una de las causas para que el país sea el último en el ranking regional de muertes por uso de armas", agregó.
Otro foco a tener en cuenta es la cantidad de armas en cada país. El que presenta las mayores cifras es Brasil (entre 16.800.000 y 17.600.000 armas de fuego lícitas e ilícitas). Le sigue Chile (entre 1.750.000 y 2.760.000), luego Argentina con 3.600.000. El cuarto puesto es para Venezuela, con 3.250.000, seguido por Uruguay, que posee 1.100.000. Luego viene Paraguay, con alrededor de un millón, mientras que Perú, Ecuador y Bolivia cuentan con 750.000, 350.000 y 250.000 respectivamente, según los datos de 'Gun Policy'.
La cantidad de armas que los ciudadanos de los países de América del Sur pueden legalmente poseer es variante. Argentina y Uruguay son los casos más flexibles, pues no hay un límite. En Chile y Perú, se puede tener un máximo de dos. En Colombia y Bolivia, entre dos y cinco. En Brasil y Venezuela, una. En Ecuador, se puede tener una para defensa personal y otra para fines deportivos o cacería y en Paraguay, las personas habilitadas para poseer un arma de fuego son aquellas que trabajan en servicios de vigilancia y seguridad.
Consultado por este tema, Tártaro especificó que en Uruguay "en revólveres se pueden tener todos los calibres. En pistolas, hasta un calibre de 9 mm. En rifles, el máximo permitido es 6.5 de diámetro de proyectil, que son armas bastante potentes. En escopeta tampoco hay límite en cuanto a calibre. La gama de armas permitida es bastante amplia. Tampoco hay límite en las armas que se pueda poseer", explicó.
En cuanto a las penas por posesión ilícita de armas de fuego, los países latinoamericanos van de penas de dos años hasta quince de prisión. En Argentina, la pena máxima por posesión ilegal de armas de fuego es de dos años de prisión, mientras que en Brasil va de dos a cuatro. En Bolivia, Chile y Paraguay, se extiende hasta cinco años. En Ecuador, Uruguay y Venezuela, las penas son como máximo de seis años. Perú es el país más severo, con penas de hasta 15 años de prisión.
En algunos países, una de las causas que ha provocado un aumento en la adquisición de armas es la sensación de inseguridad. "En mi experiencia como instructor, observo que ha variado mucho el motivo por el cual la gente adquiere armas. Ahora más que nada la gente viene por temas de seguridad. Antes era más por gusto o caza. Esta tendencia la observo desde hace unos seis años y cada vez va más en aumento", concluyó el instructor uruguayo.
