Para realizar la prueba se utilizaron misiles originales Buk, modelos de la cabina de pilotos y elementos del interior que fueron colocados en dos plataformas separadas, y se instalaron medios de grabación de foto y vídeo y escaneo de 3D en el sitio.
"El grupo internacional conjunto de investigación decidió realizar un experimento natural para el estudio práctico de las razones técnicas de la catástrofe", informó el ente.
El instituto también informó que los datos obtenidos en el experimento se utilizarán para detectar el lugar del lanzamiento y la trayectoria del misil que derribó el Boeing-777.
El Boeing 777 de la compañía Malaysia Airlines, que realizaba el vuelo MH17 de Ámsterdam a Kuala Lumpur, fue alcanzado por un misil el 17 de julio de 2014 en la provincia de Donetsk, en el este de Ucrania.
A bordo se encontraban 298 personas, en su mayoría holandeses. No hubo supervivientes.
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El 13 de octubre de 2015, el Consejo de Seguridad de Holanda, país que encabezó la investigación internacional de la catástrofe, presentó su informe final que atribuye el siniestro a la explosión de una ojiva 9N314M, instalada en un misil de la serie 9М38 lanzado desde un sistema antiaéreo Buk.