En ese texto, el Ejecutivo conservador anuncia que España efectuará el cierre presupuestario de 2016 en julio, cuando lo habitual es hacerlo a final de año.
"El nuevo Gobierno adelantará al mes de julio el cierre de presupuesto de 2016, ésta es una estrategia de gestión presupuestaria que ayudará a frenar el gasto", explica el escrito presentado ante la CE.
El cierre presupuestario en julio implica que no se puedan incluir nuevos desembolsos pasada esa fecha, de modo que se reducirán el número de partidas, operaciones y licitaciones.
España cerró el ejercicio del pasado año con un agujero de gasto del 5,1% del Producto Interior Bruto (PIB), lo que se encuentra casi un punto (10.000 millones de euros) por encima del objetivo marcado por Bruselas.
Este desajuste provocó que las autoridades europeas iniciaran un proceso por el cual España se puede enfrentar a una multa de hasta 2.000 millones de euros.
El Gobierno en funciones alega en el documento entregado a la CE que "existen razones de peso" para no multar a España, ya que el país no supone "una amenaza para la estabilidad del euro".
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Además, el Ejecutivo considera que sería "paradójico" multar a un país que siempre ha estado "comprometido" a acatar las normas de la Unión Europea.