"Nos encontramos en la fase de desarrollo técnico, ya que el gran reto que tenemos es conjugar diferentes tipos de tecnología para aplicarlas a la detección de minas antipersonal y munición sin explotar", dijo a Sputnik Nóvosti el cofundador de la iniciativa Drominando, Juan Carlos Tovar.
La idea nació en abril de 2015 entre seis jóvenes que formalizaron una alianza con la no gubernamental Corporación Colombia Desminando, entidad que les ha permitido conocer aliados tecnológicos para probar, desarrollar y aplicar la tecnología.
Drominando cuenta ya con 15 profesionales, entre ingenieros, topógrafos, analistas de datos y expertos en minas y diseños de drones.
"Necesitamos al menos 650.000 dólares, con los cuales desarrollaríamos dos prototipos de drones para rastrear minas", explicó Tovar, pues "los equipos que debemos adaptar para esta iniciativa son muy costosos".
Cámaras hiperespectrales
Se trata de cámaras hiperespectrales cuyos espectros de visión se multiplican frente a las cámaras tradicionales, aumentando las posibilidades de hallar anomalías en el terreno y permitiendo ver detalles que no capta el ojo humano mientras se desplaza el dron.
Así, mientras una imagen de policromía está compuesta por cuatro canales de color, una cámara hiperespectral puede arrojar hasta 280 canales, lo que permite contar con una imagen detallada de las zonas que se sobrevuelen.
Además, los explosivos emanan sustancias químicas desde la tierra que pueden ser visualizadas gracias a esta tecnología, según Tovar.
Una cámara con esta tecnología ronda los 400.000 dólares, mientras que el valor de los componentes para ensamblar cada dron es de 25.000 dólares.
Tovar explicó que no emplean detectores de metales porque no funcionan en todo los casos, ya que hay minas antipersonales "fabricadas con recipientes de plástico, por lo cual muchas de ellas no serían detectadas con radar, por lo que las cámaras hiperespectrales son más fiables", señaló el joven emprendedor, quien agregó que esta iniciativa es la primera de su tipo en la región.
Velocidad de detección
Las ventajas de los drones incluyen la velocidad, mientras un dron puede identificar 124 minas en unos seis minutos, una persona logra rastrear apenas 98 en casi media hora, según un promedio establecido por el Departamento de Estado de EEUU.
Pero Drominando busca agilizar el funcionamiento incluso más.
"Si logramos superar el tiempo de mapeo de un campo minado estaríamos haciéndole un gran aporte a las técnicas de despeje en el marco del proceso de paz y posconflicto en Colombia", dijo Tovar, quien está ensamblando con recursos propios un dron de ocho motores que habilite un vuelo más preciso y adaptado a la topografía colombiana.
La iniciativa también busca incorporar a militares lesionados por las minas para ocuparlos en la tarea de volar y hacer mantenimiento de los drones.
Paso a paso
Por ahora la iniciativa funciona en "microproyectos", lo que permite conseguir recursos para objetivos paulatinos.
"Una vez logremos contar con esos primeros recursos, sabremos que nos resultará más sencillo conseguir los segundos, los terceros y cuantos sean necesarios para poder echar a volar este proyecto en unos ocho meses, cuando esperamos contar con un prototipo en operación", concluyó Tovar.
Entre 1990 y 2015, Colombia registró 11.202 víctimas de minas antipersonal.